La presidenta de la Comunidad de Madrid anunció la pasada semana una de las medidas que tomará en materia de educación en caso de ser reelegida en las próximas elecciones del 22 de mayo. La propuesta consiste en la creación de un bachillerato de excelencia para aquellos alumnos que terminen la ESO con, como mínimo, un ocho de nota media. El primer año sería un curso piloto con cuatro clases de bachillerato de las modalidades científico y tecnológico y de ciencias sociales. Habría unos veinte alumnos por aula y contarían con profesores, director y programa especiales.
Esta promesa electoral ha generado debate y muchos artículos de opinión en los medios y no es para menos porque la educación es un tema muy importante sobre el que no se deben tomar decisiones a la ligera. Sería fácil caer en el error de pensar que a la señora Aguirre le importa la educación y que quiere que, en este caso, los estudiantes madrileños estén bien preparados y tengan buenas oportunidades de futuro pero solo hace falta hacer un pequeño ejercicio de memoria para darse cuenta de que eso es solo un espejismo, que eso es lo que menos les preocupa a los gobernantes de Madrid. Es bien sabido que en esta Comunidad Autónoma se está arrinconando a la enseñanza pública en favor de la privada y que se ha reducido el gasto destinado a este fin en un 7%. Si de verdad estuvieran preocupados por la formación de los niños, trabajarían para reducir el ratio alumnos por profesor en todos los niveles, no pondrían trabas para que los estudiantes tuvieran un ordenador portátil, darían más becas, tomarían medidas para acabar el fracaso escolar, etc.
Ante este panorama yo me pregunto ¿por qué solo se quieren ocupar de unos pocos alumnos dotándoles de lo mejor en vez de intentar mejorar las condiciones de todos?
Dejando patente que el gobierno de la Comunidad de Madrid no tiene entre sus prioridades el tema de la educación, pasemos a valorar el tema del bachillerato de excelencia en sí mismo, imaginando por un momento que se tratase de una propuesta seria hecha por alguien que quiere lo mejor para los jóvenes y no de pura demagogia.
La sociedad es plural y diversa y el aula es un lugar para que los niños aprendan a socializarse y a vivir en comunidad, por eso el aula debe ser un reflejo de la sociedad: tiene que haber de todo. Gente con más dotes para el estudio y gente con menos; así unos podrán aprender de otros y otros de unos, lo cual es enriquecedor para todos.
Está claro que hay que atender a la diversidad. Tanto a los que se quedan atrás como a los que se desmarcan. Pero es que para eso ya existen planes que están funcionando hoy en día y no requieren sacar al niño de su entorno natural o, si lo requieren, solo son algunas horas sueltas, así se benefician de las ventajas de pertenecer a un grupo de iguales y de las ventajas de recibir una atención más personalizada de acuerdo con su situación personal.
En cualquier caso, si hay que hacer un mayor esfuerzo en un momento dado sobre algún grupo en concreto, creo que se debería hacer sobre los que más lo necesitan. Niños con retrasos severos, con trastornos de lecto-escritura, autistas, o con otros síndromes, porque, a fin de cuentas, los alumnos brillantes se sacarán las castañas del fuego solos y tienen ante sí un mundo entero de posibilidades para formarse (y demostrar su valía) en lo que decidan: carreras, masters, doctorados… por lo que opino que un bachillerato de excelencia no es ni necesario ni recomendable.
¿Y qué mejor laboratorio para crear monstruos que la Comunidad de Madrid, que tiene las políticas más monstruosas de España? Porque eso es lo que se va a crear, seres asociales sin ningún tipo de capacidad para relacionarse con gente diferente a ellos.
ResponderEliminarLos estudiantes brillantes necesitan que se potencie su ansia de conocimiento, sí, pero no que se les aisle en una burbuja y esta medida lo es.
Veremos en qué queda todo, aunque si se aplica, tendremos un montón de Sheldon Cooper vagando por las calles (aunque sin la gracia de la serie...).
Me hace gracia como cualquiera sin formación en educación formal opina sin tener ni idea de como están funcionando a día de hoy la enseñanza en nuestro país.
ResponderEliminarSólo puedo aplauidir la propuesta de la señora Aguirre, ¿por qué siempre tenemos que igualar por lo bajo?
Lo único que se consigue así es crear alumnos cada vez más mediocres.
El bachillerato de "excelencia" como todo de "excelencia" en realidad es una puta mierda y un SACADINERO como todos los masters, postgrados,etc.., lo que tienen que hacer es dar una educación menos teórica y mas práctica y que te sirva para encontrar un puto trabajo como Dios manda, que al final sales de la universidad con mucho titulo y mucha hostia pero a mí el titulo no me da de comer, como mucho me puedo limpiar el culo con él, porque en el mundo laboral tan subrrealista y lamentable que tenemos te piden experiencia nada más terminar los estudios (que me expliquen a mí como se come eso)y al final a lo que está dando lugar todo esto es a que la gente que tiene titulaciones superiores las omita en el curriculum para poder encontrar un trabajo, que se preocupen de estudiar porqué ocurre esto!! y se dejen de "excelentes" hostias estos "pepitos" que lo único que hacen estos fachillas es segmentar a la población en: rubios teñidos y morenos naturales.Patricia.
ResponderEliminarVamos a ver.... es un tema complejo... y lo digo yo que lo veo y sufro todos los dias en el cole...
ResponderEliminar1. Lo del Bachillerato ese que quieren poner en Madrid me parece una tonteria, más si cabe, cuando no todos los chicos y chicas llegan a hacer bachiller porque ya se filtra mucho por el camino con los PCPIS y los módulos de grado medio.
2. Esta estudiado que generalmente los alumnos con mejores rendimientos académicos son los que tienen un ambiente familiar normalizado y de una posición media-alta, lo que supone que sus padres pueden ayudarles y sino pueden o no quieren ya tienen dinero para hacerlo si es lo que pretenden.
3. POr otro lado, el tema de la integración es más complejo aún. La teoría está muy bien pero la realidad es otra bien distinta.
Por un lado tienes una clase llena de niños que supera la ratio, con niños con necesidades y pocos apoyos. Conclusión, ni puedes centrarte en los niños que necesitan más ayuda ni en el resto de la clase que va a un nivel normal.
Por otro lado, está muy bien que se diga que así se aprende a convivir con personas de todo tipo pero la realidad es que se discrimina desde edades muy tempranas por mucho que intentes evitarlo, y según van creciendo más.
4. Lo que tienen que hacer es por un lado favorecer y apoyar la labor docente que se lleva a cabo y no obstaculizarla cada dos por tres cambiando las leyes (que cada vez que hay cambio de gobierno hay ley nueva), con papeleos y temas administrativos, dotar a la figura docente de poder respecto a la posicion de los padres (que si les da la gana a los padres pasan de curso o hacen lo que quieren con el niño aunque no sea lo más apropiado).
Además de mejorar las todaciones de los centros educativos, mejorar las plantillas de una manera realista viendo las necesidades existentes en cada sitio y en cada centro y por supuesto mejorar la ratio alumno/profesor.
Y muchas más cosas que seguro me dejo en el tintero.
He dicho.