No sé si habéis apreciado que la semana pasada puse un nuevo gadget para informar sobre qué libro estoy leyendo actualmente. Ayer lo cambié porque terminé ‘El Dr. Jekyll y Mr. Hyde’ y hoy he empezado el último de Dan Brown. Todos los libros de este autor se caracterizan porque enganchan al lector desde el primer momento y eso es precisamente lo que me ha pasado a mí. Ya me he leído una buena parte del mismo. En cualquier caso, lo que quiero contar es que ‘el símbolo perdido’ habla sobre una cosa llamada noética sobre la que yo no sabía nada en absoluto, por no saber, no conocía ni su nombre, pero como lo que he leído en el libro acerca de ello me ha despertado la curiosidad y el interés, me he puesto a ‘investigar’ sobre el tema y os cuento mis averiguaciones y opinión en esta entrada.
Noética es una palabra que viene del griego nous/noew que significa ‘ver discernido’ es decir, pensar. Las ciencias que conocemos, la física, la astrología, etc. estudian los fenómenos que hay fuera de nosotros, sin embargo, la noética dice que lo que pasa dentro de nosotros (el pensamiento) crea lo que hay fuera. El Instituto de la Ciencia Noética la define como la ciencia que toma la razón, la intuición, los sentimientos y el sentido para estudiar la naturaleza de la conciencia. ¿Y qué significa todo esto? Que los pensamientos pueden influir en el mundo físico, modificándolo. Esto no quiere decir que podamos hacer como Matilda, el personaje literario de Roald Dahl, que movía los objetos con la mente. Ni tampoco quiere decir que doblemos cucharas a distancia. Sino, que el pensamiento puede generar cambios en la materia, en las moléculas y en los átomos. Quizá se entienda mejor con un ejemplo (este es uno real, no de los que me invento yo).
Masaru Emoto (1943) es un autor japonés conocido por sus experimentos con el agua que consisten en someter diferentes muestras de agua a estímulos de distintos tipos, como pensamientos positivos o negativos, música armoniosa o desagradable, o palabras amables o groseras. Después, congelaba el agua y la cristalizaba. Los resultados revelan que las muestras de agua que fueron sometidas a estímulos positivos cristalizaban en formas armoniosas, bellas, simétricas y de colores blanquecinos, mientras que las estructuras moleculares de las muestras sometidas a los estímulos negativos son caóticas, desagradables y de tonos marrones.
Muestras del agua. Debajo de cada una aparece al estímo al que fue sometida. |
En mi afán investigador, también he topado con una película-documental que se llama ‘¿qué rayos sabemos?’ que también habla sobre este tema. En un momento dado, nos muestran los resultados de Emoto y un personaje dice: ‘si los pensamientos pueden hacerle eso al agua, imagina lo que nuestros pensamientos pueden hacernos a nosotros’; aunque puede que no haya mucha diferencia dado que nosotros somos agua en un 80%.
Si el siglo XX fue el momento de la tecnología, he leído que el siglo XXI puede ser el siglo de la noética. Sea como fuere, la lectura que debemos sacar de esto es que no debemos subestimar el poder de la mente. Hay que ser consciente de que la realidad que percibimos no es más que eso, una realidad percibida por nosotros, y por lo tanto sesgada y hecha a nuestra medida. Es muy importante ser optimista, alegre y dinámico porque entonces veremos el mundo de esa forma y obtendremos consecuencias acordes a eso. En cambio, alguien pesimista, depresivo, al que nada le despierta interés, encontrará todo desagradable, toda la información que procese irá en ese sentido dado que está reforzando constantemente esos circuitos neuronales mientras que los opuestos se debilitan, por lo que se convierte en un círculo vicioso con lo que, obviamente, el mundo, para esa persona, se convertirá en algo desagradable ya que serán los estímulos negativos los únicos que acabe percibiendo.
Muy interesante, lo del agua ya me lo habian contado, con el pequeño detalle q no me dijeron q la congelaba, por lo que no me creia q el agua en su estado liquido cambiara dependiendo de los estimulos.
ResponderEliminarAl hilo del tema, estoy totalmente de acuerdo, yo creo q la mente es muy poderosa y que realmente es lo que hace que las cosas sean como son, al menos en lo que a nosotros se refiere. pongo un ejemplo: Fulanito, esta en casa y empieza a creer q tiene fiebre, fulanito se pone el termometro y no la tiene, pero como fula sigue pensando q si, al final la acaba teniendo. Con esto no quiero decir q todo lo que nos pase es porque lo pensemos, pero si que hay cosas que se favorecen.
A cuenta de esto, hace unas semanas vi el reportaje de Samanta Villar sobre posesiones demoniacas, ahi se ve el poder de la mente, esa gente esta tan convencida de que eso puede pasar, que acaban en un estado de trance del q ni ellos mismos son conscientes.
Sí, bueno, pero esos dos ejemplos que pones son más sugestión que noética... los trances, las visiones y demás se producen cuando vas predispuesto a que se produzcan (por eso los investigadores de cuarto milenio nunca graban nada ellos mismos... jajajaja) y esa predisposición hace que tu mente sea sugestionable, es decir, si alguien te dice que ha visto algo y tú también quieres verlo, no solo vas a decir que sí que lo ha visto, sino que lo verás tú también...
ResponderEliminarPos a Randi ibal no le pasa eso porque es 100% de palomitas no es 80% de agua.Nonimos.
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