sábado, 29 de enero de 2011

Cuentos sexistas

        Los cuentos clásicos están en el punto de mira. Dicen que son sexistas; si ahondamos un poco en ellos, es fácil darse cuenta de que es cierto.  Están plagados de estereotipos y roles tradicionales femeninos y masculinos. Los personajes femeninos se caracterizan por la importancia que le dan a la belleza, son sumisos, enamoradizos, y su mayor preocupación es encontrar marido. Por su parte, los personajes masculinos, son heroicos, aventureros, valientes… Los magos son sabios y respetados mientras que las brujas son malvadas y repudiadas. Las princesas se quedan esperando en el palacio mientras que los príncipes salen a salvar el mundo. Y así, podríamos seguir poniendo ejemplos hasta el infinito.


        Nuestra sociedad sigue siendo machista. Sí, ha habido un gran progreso en los últimos tiempos pero aún queda mucho por hacer. Los estereotipos están arraigados con mucha fuerza en el pensamiento social, aún se dan muchas desigualdades en muchos planos de la vida y no hay que olvidar que, en este, nuestro querido siglo XXI, todavía una bochornosa cantidad de mujeres sigue muriendo a manos de sus parejas. Nadie duda de que la solución para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres es la educación. La educación en igualdad desde la tierna infancia, la llamada coeducación. Y qué duda cabe de que los cuentos son un elemento central en la educación de nuestros niños, tanto en los colegios como en las casas. Tanto es así, que desde sectores feministas más radicales se ha propuesto meter mano a los cuentos clásicos para eliminar todo atisbo de sexismo y situar a los personajes masculinos y femeninos a la misma altura.

        Las creaciones artísticas, ya estemos hablando de literatura, pintura, música, escultura, cine, teatro o cualquier otra, son el reflejo de una época, de una sociedad y de un lugar. Si las obras son machistas, xenófobas o clasistas es porque nuestra sociedad ha sido todo eso. Pero precisamente porque las creaciones artísticas reflejan la realidad de su época, son cultura, porque nos enseñan. Nos enseñan historia, psicología, filosofía, política, geografía… Nos cuentan como son o como eran las personas que pueblan nuestro planeta. Nos permiten reflexionar sobre las historias que nos cuentan y en nuestra mano está decidir si nos gustan o no, o si queremos escribir nuestra propia historia.

        Es obvio que, por iniciativa propia, los niños no reflexionan sobre la ética o la idoneidad de los contenidos de un libro que acaban de leer o sobre los de una película que acaban de ver. Los niños son esponjas que absorben todo lo que oyen y ven, por lo que entiendo perfectamente que ciertas personas decidan no leerles a sus hijos cuentos clásicos o no ponerles películas de Disney. Pero de ahí, a proponer cambiar los cuentos, hay un trecho. Estos cuentos son nuestro legado y manipularlos sería destruir cultura y un acto extremista y radical muy poco inteligente. Es muy loable y un ejemplo a seguir querer educar a nuestros niños en igualdad, pero para ello tenemos otras muchas herramientas. En lo que respecta a los cuentos, podemos prescindir de los clásicos hasta que crezcan un poquito y su capacidad crítica entre en juego; y por supuesto, tenemos la gran oportunidad de crear nuestras propias historias que se adapten a nuestros tiempos. Pero lo más importante, no hay que olvidar que lo que los niños leen en un cuento o ven en una serie de dibujos animados, no es más que eso: algo que han leído o han visto por la tele. De lo que realmente aprenden, es de lo que ven hacer a los adultos que tienen a su alrededor. Este es nuestro gran reto. Porque, después de todo, ¿cuántos de nosotros nos hemos criado con los cuentos clásicos y creemos y luchamos por la igualdad?

3 comentarios:

  1. Leyendolo pensaba q querias cambiar los cuentos, yo creo q esto es una patochada mas, al igual q el crear un ministerio de igualdad y tirar el dinero por ahi. Vamos a ver, ni una cosa ni la otra, se trata de ser todos iguales, no hacer ahora a unos mas q otros, porque como siempre se les ha tenido como de menos. Vamos lo de los cuentos me parece tal gilipollez como lo de miembros y miembras, las palabras son como son y los cuentos tambien, yo no me considero machista y siempre vi disney!!

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  2. No solo hay que mirar los cuentos... Hay que mirar de dónde vienen y quién los produce. Disney tiene multitud de "mensajes ocultos" y no solo con el tradicionalismo orientado a cómo tiene que ser la mujer, también sobre la supremacía de EEUU sobre los demás países, el contenido sexual subliminal y muchas otras cuestiones de dudosa justificación.

    Volviendo al tema de la literatura... Hombre, en el Quijote también se utiliza al "héroe" y a la "damisela" y no creo que a nadie se le vaya a ocurrir cambiar la historia... También ocurre en algunas obras de Shakespeare... En televisión las mujeres se denigran en series como Sexo en Nueva York y a nadie le parece mal (y muchas mujeres idolatran esa serie...).

    Vuelvo a decir, que lo que no se puede ser es ULTRA, ni para bien ni para mal...

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  3. Vamos a ver:

    1. Lo primero de todo decir, que los cuentos clásicos en su origen fueron escritos para divertimento de adultos y con el tiempo la literatura infantil los ha ido asumiendo.

    2. Como bien dices en el artículo, son reflejo de la época en que se escribieron y si nos ponemos en ese plan habría que dejar de leer también a autores clásicos o guardar pinturas y demás por su temática o contenido.

    3. En la actualidad hay múltiples versiones tanto de literatura como audiovisual de los cuentos clásicos, donde el lobo o el principe o las princesas desempeñan otro tipo de roles. Y se pueden presentar disfintas versiones de una misma historia.

    4. En lo que tendrían que centrarse, en tal caso, es en potenciar la creacion actual de libros no sexistas.

    En resumen, que poco tienen que hacer para perder el tiempo en esas tonterias.

    He dicho.

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