Hay un tipo de entradas en el blog, la mayoría etiquetadas como "curiosidades" que, cuando las redacto, tengo la duda de si lo que estoy
contando es de sobra conocido para todo el mundo y solo nuevo para mí. Un
ejemplo que se me viene a la cabeza es cuando escribí sobre Christiania. Esa
vez, incluso tanteé a algunas personas para cerciorarme de si el asunto ya era
vox pópuli y yo era la última en llegar. Pero no es el único caso. Otro
ejemplo, sin ir más lejos, es el que traigo hoy. Y, esta vez, no le he
preguntado a nadie. Me lanzo a la piscina.
Se
trata de una breve información, una curiosidad, casi una anécdota para una
entrada ligera en agosto, que no estamos para reflexiones profundas con este
calor.
Sé que
no os suena a chino eso de “libertad, igualdad, fraternidad”, más bien os suena
a francés y, con este paupérrimo juego de palabras, lo que quiero decir es que
es de sobra conocido que estas tres palabritas juntas forman el lema oficial de
Francia. Lo que a lo mejor ya no sabéis, pero tampoco os sorprenderá, es que vienen
de la época de la Revolución francesa. Y lo que os quiero contar, que me he
enterado leyendo “Historia de dos ciudades” de Dickens, es que el lema en su
origen no era tal y como lo conocemos ahora, sino que tenía una última parte.
Así, como reza el título de esta entrada, lo que proclamaban los buenos
revolucionarios era “¡libertad, igualdad, fraternidad o muerte!”
A mí
me llamó la atención al verlo y por eso os lo cuento, aunque como decía al
principio, no sé si es algo comúnmente conocido o no. Me hace gracia la
contradicción en sí misma que lleva, antítesis, que dirían los lingüistas:
mucha libertad y fraternidad… ahora, que si no te gusta, vete haciendo cola
mientras afilo la hoja de la guillotina. El caso es que la parte final la
eliminaron pronto, los del departamento de marketing debieron de avisar del
problema.
Y para
acabar la lección de historia veraniega sobre el lema galo, reseñar que durante
la ocupación alemana, lo cambiaron por travail,
famille, patrie (trabajo, familia, patria); qué curioso, los nazis no
pusieron nada de matar.
Lo de que venía de la Revolución Francesa sí que creo que era bastante conocido... Yo, sin embargo, desconocía lo del cambio con los nazis.
ResponderEliminaryo no sabia lo de la parte final.
ResponderEliminarHe dicho