El hijo
de Nasreddine tenía trece años, era un adolescente alto, un poco delgado y
torpe. El chico pensaba que no era guapo y no salía de casa. Siempre decía que
la gente se iba a burlar de él. Día tras día, su padre le respondía lo mismo:
- No hay que escuchar a la gente porque lo único que hacen es
criticar sin ton ni son.
Un día, cansado de escuchar a su hijo
decir que la gente se burlaría de él, Nasreddine le dijo que iba a ir con él al
mercado.
Al día
siguiente, se levantaron pronto, secaron al asno del establo y pusieron rumbo
al mercado. Por el camino, Nasreddine dijo sentirse cansado y continuó el
trayecto montado a lomos del asno. Cuando llegaron al mercado, había un grupo
de hombres charlatanes sentados que vieron llegar a Nasreddine montado sobre el
asno y a su hijo caminando junto a él y comentaron:
- Mirad a ese hombre, viene cómodamente
sentado y su pobre hijo a pie.
- No tiene piedad, es un mal padre.
Al día
siguiente, Nasreddine y su hijo volvieron al mercado. Como el hijo no estaba acostumbrado a madrugar, iba arrastrando los píes y bostezando, así que su
padre le dijo que podía hacer el camino sentado sobre el asno. Cuando llegaron
el mercado, encontraron al mismo grupo de hombres, que comentaron:
- Mirad a ese chico, no tiene ningún
respeto, ninguna educación.
- Él va tranquilamente montado sobre el
asno y su pobre padre que es mayor, ¡obligado a ir a pie!
El
tercer día, deciden llegar al mercado ambos caminando junto al asno para que no
criticasen a ninguno de los dos. Sin embargo, cuando llegaron, los hombres
sentados comenzaron a reír y se daban codazos unos a otros mientras decían:
- Mirad a esos dos necios. Tienen un
asno y van caminando. ¡No saben que un asno es para llevar a las personas!
El
cuarto día, Nasreddine y su hijo tomaron la decisión conjunta de ir al mercado
montados los dos sobre el asno. Pero cuando llegaron, el grupo de hombres
charlatanes que era cada vez más numeroso criticaron:
- Mirad a esos. No tienen piedad por el
pobre animal.
- ¡Qué perezosos! ¡Van a matar al
animal con tanto peso!
El
quinto día de mercado, Nasreddine y su hijo madrugaron para ir al mercado. El
chico ya estaba harto de escuchar las críticas, pero su padre lo obligó a
prepararse para ir y le dijo que ese día irían de una manera diferente.
Efectivamente, ese día se presentaron cargando ellos con el asno. Todos los que
los vieron se echaron a reír y estuvieron de acuerdo en opinar:
-Miradlos, se han vuelto completamente
locos… están cargando con el asno, están para encerrar.
Asi es, un reflejo de la realidad.
ResponderEliminarHe dicho.
y esto en españa mas, xq en el fondo nos fascina....
ResponderEliminarQue fuerte, despues de island for sale y el emperador el libro favorito de Randi es Nasredeen, k er niño se puso mu nervioso cuando se lo contaste.Nonimos
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