sábado, 21 de mayo de 2011

Democracia real ya

    Hoy, víspera del día de las elecciones autonómicas y municipales, es el día de reflexión. Como yo ya lo tengo todo reflexionado y sé a quién voy a votar, he decidido reflexionar sobre el movimiento surgido hace una semana en nuestro país llamado democracia real ya, spanishrevolution o movimiento 15-M.

    No he sido ajena a lo que ha ido ocurriendo pero reconozco que solo lo he seguido por encima; por titulares de prensa, comentarios aquí y allá, algún enlace en facebook… y como considero que lo que está ocurriendo empieza a ser de una magnitud considerable, ahora, al amparo de un poco del tiempo libre que ofrece un fin de semana, le doy una vuelta de tuerca al tema en el blog.

    Como os decía, no he hecho un seguimiento exhaustivo durante la semana de lo que iba sucediendo, de modo que lo primero que he hecho ha sido echar mano de los periódicos de estos días pasados y he empezado a leer crónicas, reportajes, columnas de opinión… Después, he leído lo que algunos de mis contactos del facebook interesados en el asunto han ido compartiendo a lo largo de la semana: entradas de blogs, enlaces de prensa, videos, etc.… Al final he intentado entrar en la web de la plataforma "democracia real ya" para leer de primera mano lo que tienen que decir, pero no funcionaba. Bien es cierto que había visto previamente que están cambiando de servidor.      

    En primer lugar, tengo que decir que la movilización me parece sospechosa. Me explico. Hoy en día es muy difícil movilizar a la gente para reivindicar algo, lo sé de buena tinta. Parece que aquí la gente solo se mueve cuando su equipo favorito amenaza con bajar a segunda división o alguna frivolidad similar. Reconozco que con la crisis económica se ha creado un caldo de cultivo muy propicio para manifestaciones y concentraciones del tipo de las que hemos visto esta semana. Tenemos el caldo de cultivo y hemos tenido sucesos que podían haber encendido la mecha, como por ejemplo, la bajada de sueldo a los funcionarios. Se bajó el sueldo a los funcionarios y aquí no paso nada. Yo, en ese momento, lo pensé; dije “si la gente no se mueve ni cuando le tocan el bolsillo, es que no se va a mover nunca”. Tuvimos una huelga general que pasó con más pena que gloria. Hemos celebrado recientemente un día internacional de los trabajadores, que tradicionalmente se utiliza para reivindicar derechos para los ciudadanos de a pie, al que la prensa escrita le dedicó media página por el mínimo seguimiento y menor relevancia. Alcanzamos cifras históricas de paro y aquí seguía sin pasar nada de nada. Y así podría seguir citando ejemplos de ocasiones muy propicias para que algo como lo que está ocurriendo ahora mismo se hubiera desencadenado.

    Pero no pasó entonces. Todo sucede ahora, sospechosamente a una semana vista de las elecciones. Digamos que el caldo de cultivo sigue ahí: el paro, las hipotecas, los políticos corruptos, etc. pero no ha pasado NADA. No ha habido un detonante, una chispa que encienda la llama, un estímulo desencadenante. Y para que una revolución de este tipo tenga lugar, estoy convencida de que son necesarias ambas cosas: que se den los factores predisponentes y los desencadenantes. Por eso, no me fío de que la movilización surja de forma tan espontánea como algunos nos quieren hacer creer. Me reservo el derecho a pensar que hay una mano negra –con más o menos influencia– que ha puesto en marcha las protestas y que tiene intereses propios y muy diferentes a los que se reivindican en la plaza del Sol y en otras muchas plazas de España.

    Dejando un lado las dudas sobre quién puede estar detrás del 15-M, vamos a analizar la propia revolución en sí y qué es eso que reivindican.


La movilización comienza de la mano de jóvenes hartos con la situación política actual. A los jóvenes se les van sumando poco a poco ciudadanos de todo tipo que comparten con ellos el hastío por la corrupción política, el bipartidismo, los privilegios de los altos cargos, el paro, los tipos de interés, etc. Es una movilización pacífica que le ha ganado el pulso a la Comisión electoral al continuar concentrados tal día como hoy, día de reflexión.

De la reivindicación han pasado a las propuestas, entre las que se encuentran la reforma de la ley electoral, introducción de un impuesto para las transacciones financieras, y reducir el margen de maniobra de los bancos, entre otras. No es cierto que estén llamando a la abstención o al voto en blanco. Al respecto de las elecciones, dicen que se haga un voto responsable. Muy respetable todo. Las propuestas que hacen son claramente de izquierdas y la gente que se está sumando es, en su mayoría, progresista.

    A los partidos políticos que se presentan a estas elecciones, el movimiento 15-M les ha cogido con el pie cambiado y no saben cómo les puede afectar de cara a tener más papeletas en las urnas. Pero como decía, la gente de este movimiento es progresista y parece obvio que el que peor parado puede salir es el PSOE –a pesar de las conspiraciones que se inventan los que están a la derecha de la derecha diciendo que si es ETA, que si son mendigos, que si lo ha hecho Rubalcaba, que si Franco levantara la cabeza…–. Sabemos que los votantes de derechas son como corderitos en un rebaño que el pastor les dice "por aquí" y por allá que van aunque les estén conduciendo al abismo; es decir, –aclaro la analogía– que mañana no se van a quedar en casa. En cambio, los votantes de izquierdas son mucho más exigentes, no comulgan con ruedas de molino y a poco descontentos que estén o que opinen que su candidato no está muy preparado, la papeleta se queda en casa. Esto, añadido a que una de las cosas que se están reivindicando con más ahínco es el fin del bipartidismo hegemónico, parece obvio que, repito, el gran perjudicado pueda ser el PSOE.

    Me estoy extendiendo mucho, pero no quiero terminar sin romper una lanza a favor del los partidos políticos. Es cierto que hay garbanzos negros, es cierto que hay que cambiar muchas cosas que son injustas, también estoy de acuerdo en acabar con ciertos privilegios de los altos cargos, pero creo que para eso hay que dejar de hablar de la clase política como si fueran un clan de  extraterrestres blindado que viene aquí y hacen y deshacen a sus anchas. Los políticos pueden ser cualquiera que quiera serlo. Las cosas también se pueden cambiar desde dentro. Comparto muchas de las propuestas que hace la spanishrevolution, pero considero que es mucho más efectivo estar dentro para conseguirlas. Cualquiera se puede unir a un partido –mayoritario o minoritario– y trabajar por cambiar las cosas.

4 comentarios:

  1. Reflejas mi sentir. Ya lo he manifestado en muchas ocasiones. Me parece bien que la gente proteste por lo que no le gusta, pero no puedo entender que eso sea mejor que una revolución interior de cada uno de nosotros. Protestar si, pero mejor trabajar duro por lo que uno quiere. Si queremos cambiar el sistema hagámoslo desde dentro.

    ResponderEliminar
  2. El estímulo, el desencadenante... si ha sido algo, han sido las elecciones y la indignación de ver un paupérrimo debate político sin propuestas, con listas plagadas de imputados por corrupción etc etc... la gota que ha colmado el vaso en ese caldo de cultivo ha sido en el momento que mas trascendencia podía tener, silenciando las campañas electorales y dejando a los partidos en jaque... están bien acostumbrados a tenernos mansos. Este es el comienzo, este puede ser el punto de inflexión... Así sea! Por el bien de todos.

    Raúl

    ResponderEliminar
  3. Vamos a ver......

    La gente está más que harta de todo lo que está pasando y que como siempre quien paga el pato de todo y quien peor lo pasa es la clase trabajadora.

    Es una vergüenza que con los 5 millones de parados que hay, los recortes de derechos de los trabajadores, la subida de los años de jubilación, la reforma de trabajo y demás los sindicatos hayan estado rascandose la barriga y hayan convocado una huelga de funcionarios cuando nos bajaron el suelo, y una huelga general porque ya era vergonzoso que no dijeran ni pio con la que estaba cayendo y el dinero que ellos se estaban llevando.

    Así que entiendo que no se secundaran esas huelgas para respaldar a unso sindicatos ineficaces que les da absolutamente igual todo, además de que no está la cosa como para que te quiten más sueldo.

    Yo creo que la gente está muy cansada y que aquí lo que cuesta es moverse pero cuando alguien ha empezado y la gente ha visto que no está detrás ni nignun partido ni ningun sindicato y que además es una reivindicación pacífica se ha ido uniendo.

    Lo que no tengo claro es que vaya a servir de mucho, porque los partidos politicos están flipando que no saben por donde les viene y no creo que tengan intención de cambiar nada porque a todos ellos les va muy bien la cosa como esta, ya sean del PP o del PSOE. Además, no está muy claro que va a pasar con este movimiento a partir de mañana...ya lo iremos viendo.

    Yo por el momento estoy de acuerdo con lo que piden y mañana voy a ir a votar a quien tu sabes por lo que ya sabes que sino creo que hubiese sido la primera vez que no ejerciese mi derecho al voto.

    He dicho.

    ResponderEliminar
  4. No se, no tengo tan claro eso de que sean mas de izquierdas o de derechas, yo creo q es de los dos, que por ambos lados la gente esta aburrida de lo mismo, gente sin ninguna preparacion que decide por nosotros sin preguntarnos absolutamente nada.
    Por otro lado no estoy nada de acuerdo con lo de que politico puede ser cualquiera, para mi politico es el q mas amigos tenga y mas culos haya chupado, el que asciende en un partido es gracias a los coleguitas que se hace en el camino no a lo preparado que este cada cual! vamos q el mas tonto que mas amigos tenga lo podemos tener de presidente, solo tiene que meterse el PSOE o en el PP y esperar a q le llegue su turno de mandato (xq esto va asi unos años uno, otros años otro) en fin q todo es una farsa para llevarse dinero los mismos! a trincar!

    ResponderEliminar

Primero dar a 'vista previa' y después a 'publicar comentario'