Resucito de los blog muertos para
recomendaros una película: Pride. Un largometraje basado en hechos reales que
acontecieron en Inglaterra durante el año 1984.
Los mineros se declararon en huelga
y un grupo de homosexuales asociados bajo el nombre de Lesbians and Gays Support the Miners
decidieron ayudarles recaudando fondos. El Sindicato Nacional rechazó su ayuda por
proceder de pervertidos desviados
pero ellos, en lugar de sentirse ofendidos y arrepentirse de haber movido un
dedo para colaborar, decidieron puentear al sindicato y contactar directamente
con un pueblo minero de Gales.
El plan B no es que fuera un camino
de rosas, también hubo reticencias e intolerancia pero vemos una bonita
historia de cómo los muros del desconocimiento y la desconfianza van cayendo
dando paso a una verdad tan básica que no sé en qué momento la Humanidad
olvidó. Todo esto provocado simplemente por la solidaridad que se despertó al
querer ayudar a un colectivo a reivindicar sus derechos laborales.
La mezcla gays – mineros en una
historia es rara. Rara en el sentido de poco habitual, poco frecuente. Y por
eso, porque tenemos este mix, no tenemos frente a nosotros una película típica
de colectivo homosexual luchando contra la intolerancia ni una película típica
de grupo de trabajadores en pie de guerra para conseguir condiciones laborales
más justas o para no perder su trabajo. Lo que tenemos es una fusión que es mucho
más que la suma de las partes.
Por cierto, el final conmovedor, no
dejéis de verla.
Apuntado queda.
ResponderEliminarHe dicho.