jueves, 1 de agosto de 2013

Liberté, égalité, fraternité ou la mort

   Hay un tipo de entradas en el blog, la mayoría etiquetadas como "curiosidades" que, cuando las redacto, tengo la duda de si lo que estoy contando es de sobra conocido para todo el mundo y solo nuevo para mí. Un ejemplo que se me viene a la cabeza es cuando escribí sobre Christiania. Esa vez, incluso tanteé a algunas personas para cerciorarme de si el asunto ya era vox pópuli y yo era la última en llegar. Pero no es el único caso. Otro ejemplo, sin ir más lejos, es el que traigo hoy. Y, esta vez, no le he preguntado a nadie. Me lanzo a la piscina.
 
   Se trata de una breve información, una curiosidad, casi una anécdota para una entrada ligera en agosto, que no estamos para reflexiones profundas con este calor. 

   Sé que no os suena a chino eso de “libertad, igualdad, fraternidad”, más bien os suena a francés y, con este paupérrimo juego de palabras, lo que quiero decir es que es de sobra conocido que estas tres palabritas juntas forman el lema oficial de Francia. Lo que a lo mejor ya no sabéis, pero tampoco os sorprenderá, es que vienen de la época de la Revolución francesa. Y lo que os quiero contar, que me he enterado leyendo “Historia de dos ciudades” de Dickens, es que el lema en su origen no era tal y como lo conocemos ahora, sino que tenía una última parte. Así, como reza el título de esta entrada, lo que proclamaban los buenos revolucionarios era “¡libertad, igualdad, fraternidad o muerte!”

    A mí me llamó la atención al verlo y por eso os lo cuento, aunque como decía al principio, no sé si es algo comúnmente conocido o no. Me hace gracia la contradicción en sí misma que lleva, antítesis, que dirían los lingüistas: mucha libertad y fraternidad… ahora, que si no te gusta, vete haciendo cola mientras afilo la hoja de la guillotina. El caso es que la parte final la eliminaron pronto, los del departamento de marketing debieron de avisar del problema.

    Y para acabar la lección de historia veraniega sobre el lema galo, reseñar que durante la ocupación alemana, lo cambiaron por travail, famille, patrie (trabajo, familia, patria); qué curioso, los nazis no pusieron nada de matar.    


2 comentarios:

  1. Lo de que venía de la Revolución Francesa sí que creo que era bastante conocido... Yo, sin embargo, desconocía lo del cambio con los nazis.

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  2. yo no sabia lo de la parte final.
    He dicho

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