martes, 29 de enero de 2013

J.T. Leroy

     Había una vez un chico estadounidense llamado J.T. Leroy que, por recomendación de su psiquiatra, decidió escribir un libro contando sus vivencias como forma de terapia. ¿Y qué le podía haber ocurrido a un joven americano para tener que ir al psiquiatra y dejar por escrito su pasado para poder comenzar una nueva vida? Os estaréis preguntando. Todo, os contesto yo. Le pasó de todo; vamos, que ni Charles Dickens sería capaz de concebir infancia tan desgraciada.

     La familia de la madre de Jeremiah Terminator Leroy era una familia de cristianos integristas, lo que sin embargo, no sirvió para llevar a su hija (madre de nuestro protagonista) por el camino de la rectitud ya que, la infeliz tuvo a Leroy con 14 años. La infancia del muchacho fue traumática, con constantes abusos, fue obligado a ejercer de chapero y contrajo el sida. En medio de toda esta vorágine de prostitución, enfermedad, drogas (esto es cosecha mía, pero no es descartable), abusos, etc. un día hubo un punto de inflexión en el que nuestro querido amigo Leroy buscó ayuda profesional. Así es como, aconsejado por su psiquiatra, escribió su primera novela, “Sarah” (nombre de su madre) contando las penurias vividas.

     La novela fue un éxito rotundo. Leroy fue entrevistado por muchas publicaciones de prestigio mundial como The Guardian y New York Times entre otras; hicieron una adaptación cinematográfica del primer libro (y digo primero porque hubo otros tres), escribió guiones de cine, y hasta formó su propio grupo de música… y comió perdices y fue feliz (¡uy! en singular no rima.)

     Como veis, típico caso de pobre desgraciado que pasa penurias pero consigue sobrevivir y gracias a contarlo (ya sea en un libro, canción, película, cuadro,… -rellenar los puntos suspensivos con manifestación artística deseada-) se hace famoso y millonario. Sí, sería exactamente eso si no fuera porque es todo una ¡sucia patraña!

     Nueve años después de haberse publicado la primera novela, “Sarah” se descubrió que J.T. Leroy no existía (que la T fuese de Terminator les tendría que haber puesto sobre aviso). Los libros los había escrito un ama de casa llamada Laura Albert. Había mentido respecto al autor porque el hecho de vender los libros como biografías o basados en una experiencia propia miserable los hacía mucho más vendibles (la gente es morbosa, eso es así). En las entrevistas y apariciones públicas, Leroy era interpretado por la ex cuñastra de Laura (para los que no estéis familiarizados con el concepto: la hermanastra de su ex marido), que salía siempre con gafas de sol y peluca y era parca en palabras. Iba siempre acompañada de quien decían que era la psicóloga salvadora de Leroy pero, en realidad, se trataba de la verdadera autora, Laura Albert. 


J.T. Leroy
     Cuando se descubrió el pastel, la productora que había comprado los derechos del libro denunció a la autora real, que fue condenada a pagar por daños y perjuicios. También acabó mal con la mujer que daba vida a Leroy, quien tampoco ha querido desaprovechar su oportunidad para sacar tajada con este asunto y ha escrito un libro contando su experiencia transformándose en el joven escritor seropositivo y ex prostituto.

     Como curiosidad, y para terminar, os dejo este enlace donde podéis leer una entrevista de El Mundo con el escritor J.T. Leroy del 3 de mayo de 2002.

7 comentarios:

  1. Vamos a ver... ¿De verdad nadie sospechó de un tipo que se llama "Terminator"...? Creo que me he descojonado desde el momento en que he leído eso y ya, todo lo demás, me sonaba a pantomima... Aunque no hubiera sido una farsa.

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    1. A ver, no es que le llamarán Terminator de nacimiento. Es como el nombre artístico que se puso porque Terminator se lo llamaban los otros chaperos a él. Eso he leído.

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  2. Y como se llama la pelicula que hicieron del primer libro??

    A ver cosas de estas y mas... mira lo del libro aquel de Ana Rosa, lo de los artículos estos de la tal Amy no se qué que ha salido ahora...

    Estoy de acerdo en que la gente es morbosa y cuanta más carnaza mejor.

    He dicho.

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    1. ¿Pero te ha gustado el post o no? Creo que sí hay más casos, pero lo de Ana Rosa es diferente, más que nada porque ella sí existe (desgraciadamente) otra cosa es que plagiase. Vamos, que el ejemplo de Ana Rosa no tiene nada que ver.

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    2. Oye y qué Amy, ¿no será Amy Tann? Tú tienes un libro suyo, que está muy bien, por cierto.

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    3. Ana Rosa además del plagio era por unsar un "negro" que le escribia el libro.

      Y la otra es Amy Martin, de total actualidad.

      He dicho.

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  3. No le veo mucho problema, la gente lo leyo y fue un exito, luego se ve q es mentira y ya no vale nada? entonces es q la gente compra y le gustan las cosas en funcion de los demas. Si es un libro, q mas da si es ficcion o realidad?

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