sábado, 18 de junio de 2011

EREs


    La idea de escribir esta entrada surge por el último post de un blog amigo que se hace eco de la iniciativa de unos trabajadores del país vasco que intentan impedir que la empresa para la que trabajan lleve a cabo el expediente de regulación de empleo que ha anunciado. La iniciativa en cuestión consiste en una especie de video-clip en el que salen en paños menores haciendo su trabajo. Le comentaba yo en esta entrada que, hoy en día, para tener repercusión mediática hay que despelotarse o liarse a tortas. Pero más allá de esta anécdota lo que me llevó a la reflexión de esta noticia fue otra cosa.

    Al contrario de lo que se pueda pensar, no es la situación de crisis que vivimos o una mala situación de la empresa ABB la que ha conducido a programar este ERE; ya que, por lo que cuentan, esta empresa ha tenido un beneficio de 30 millones de euros en los tres últimos años. Hay trabajo y hay dinero, pero el trabajo se lo quieren llevar a países con mano de obra más barata; como quien cambia de calle los hoteles del monopoly.

    Esto me recordó otra noticia del pelo, también bastante reciente y más sonada: el ERE de telefónica. Otra empresa que no atraviesa malos momentos, que la cifra de sus beneficios tiene muchos ceros y que ha repartido no sé cuántos pluses a directivos, pero que quiere echar a 8.500 personas. Estos no tienen intención de llevarse el trabajo a ninguna parte, así que suponemos que los que se quedan van a estar un poquitín sobrecargados.             

    Todos sabemos que con la crisis muchas empresas lo han pasado mal –especialmente pequeñas y medias y según de qué sector estemos hablando– y han tenido que tomar medidas para paliar las adversidades. Entre estas medidas está la de despedir empleados, la cual puedo llegar a entender cuando ninguna previa ha dado los resultados deseados y se han agotado las ideas. Pero desde luego, que no concibo "el despedir por despedir". No sé que tipo de gente con sangre fría toma estas decisiones y tampoco sé dónde han estudiado porque cito textualmente de mi libro de Psicología de las Organizaciones: Con el downsizing (reducción de plantilla) a corto plazo se consiguen reducir costes, a medio plazo produce una caída del rendimiento […] en la media de la muestra analizada, no se observan aumentos de rentabilidad a largo plazo. […] el downsizing provoca cambios en los puestos de trabajo […] como consecuencia los empleados muestran una reducción de la implicación y satisfacción con el puesto y con la organización. […] La situación de los supervivientes es muy estresante, perciben su situación como insegura e injusta […] [Un investigador] identifica una serie de respuestas emocionales en los supervivientes como la culpabilidad, la traición y el aislamiento social.

    Os decía que no sé dónde habrá estudiado esta gente, pero me lo puedo imaginar: en una universidad privada (–Buenos días, ¿qué desea? –Un título universitario. –Son 15.000 euros. –Tenga el cheque. –Muy bien, muchas gracias. Oiga, ¿no querrá también un par de masters…?) En fin, así nos luce el pelo. 


2 comentarios:

  1. Lo que pasa es que muchas empresas se aprovechan de los ERES para no pagar las indemnizaciones por despidos improcedentes. Debería de estar mucho más controlado. Así nos luce le pelo.

    He dicho.

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