miércoles, 29 de junio de 2011

Adicciones digitales

    Anoche estuve escuchando un programa de radio en el que estuvieron hablando de las adicciones digitales y me pareció un tema bastante interesante. Ya hemos visto todos en la noticias que los adolescentes están todo el día colgados del móvil y que les llegan facturas de 200 euros pero, a lo mejor, lo que se nos pasa más desapercibido son pequeñas conductas que realizamos, que de repetitivas se vuelven rutinarias y que van cambiando nuestra forma de vida sin darnos cuenta y que a lo mejor no son del todo saludables. ¿Encendemos el ordenador nada más llegar a casa aun antes de quitarnos el abrigo? ¿Estamos en Internet sólo porque no tenemos nada que hacer aunque no estemos buscando/haciendo algo en concreto? ¿Enviamos sms totalmente prescindibles? ¿Tenemos el móvil al lado de los cubiertos cuando estamos comiendo?

    En la entrada que conmemoraba el 76 aniversario de Alcohólicos Anónimos hablamos un poco de las adicciones y allí os decía que lo peligroso de ellas es que se trata de conductas que en cierta medida son normales y muchas veces necesarias pero la línea hacia el abuso y la dependencia se cruza sin que nos demos cuenta, así que, puede que estemos haciendo un uso de la tecnología poco aconsejable.

    Las adicciones digitales se consideran ya una patología a todos los efectos, afectan principalmente a los adolescentes y el objeto adictivo en cuestión puede ser el teléfono móvil, los ordenadores/Internet o las videoconsolas. Para hablar de adicción hay que despejar las nubladas fronteras entre el uso, el abuso y la dependencia y con este fin un autor norteamericano llamado Daniel Sieberg ha elaborado una tabla de puntos que cualquiera puede autoaplicarse. Sieberg habla de "obesidad digital" comparando el problema de la adicción digital al problema de la obesidad alimentaria. En este caso, existe el llamado Índice de Masa Corporal que permite diferenciar objetivamente la obesidad del simple sobrepeso. Esta tabla de puntos persigue el mismo objetivo.

Calcula tu dieta digital:
Por cada teléfono móvil que tienes súmate tres puntos.
Por cada ordenador portátil un punto.
Por cada tablet te tienes que sumar dos.
Por cada e-reader deberías sumar un punto.
Por cada servicio de sms que utilizas súmate cinco puntos.
Por cada identidad que tienes en Internet y que te pide un registro distinto, súmate cinco puntos.
Por cada ordenador "fijo" que tienes súmate un punto.
Por cada cuenta de correo que utilizas, dos puntos.
Por cada máquina digital, un punto.
Por cada objeto que no entra en la categoría anterior pero que necesite un cargador súmate un punto.
Por cada blog que escribas o en el que comentes, súmate dos puntos.

    El autor considera que un puntuación por debajo de 24 es un nivel bajo. Un resultado entre 25 y 35 es una puntuación media en la que ya recomienda cierta "dieta digital" para ayudar a mejorar la salud y la organización y por encima de 36 estaríamos hablando de un problema en el uso de la tecnología.

    Como todo en la vida, (la televisión, la comida, el alcohol, los juegos…) la tecnología es algo que hay que saber dosificar y controlar, para eso es básico la educación. Hay que enseñar a los niños desde pequeños a hacer un buen uso de las cosas, a contenerse, y a hacer un ocio y una vida saludables. El problema de las nuevas tecnologías es que son eso: nuevas; y a muchos padres les ha pillado con el pie cambiado. Sus hijos tienen un smartphone pero muchos de ellos no tienen ni idea del potencial del telefonito o les castigan sin salir pero los chavales se quedan metidos en la habitación con el ordenador e Internet y es peor el remedio que la enfermedad. Para ayudar a cerrar un poco la llamada brecha digital, Juan Manuel Romero ha escrito el libro en patera y haciendo agua (que presentó ayer en el programa de radio que escuché) que se puede descargar gratuitamente y tiene buena pinta. 


2 comentarios:

  1. yo estoy en medio, pero vamos no creo q tenga ningun problema al respecto, a mi lo q no me parece normal es tener un niño de 15 años con un iphone y pagarle todos los meses la facturita para q el niño pueda hacer el gilipollas todo el dia con internet en el movil y demas, vamos q el q quiera peces q se moje el culo y q si el niño quiere mamonadas q se las pague de sus ahorros, si la culpa de todo la tienen los padres en el 99% de los casos!

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  2. Tb habria que mirar que deja de hacer la gente por estar enganchada, si por estar concetado a internet no sale de casa, no queda con amigos, se vuelve antes porque te has dejado el movil y esas cosas....

    He dicho.

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