La leyenda de Riga

“Érase una vez, hace ya mucho tiempo, antes de que la ciudad de Riga se fundara, un hombre muy alto y fuerte llamado Lielais Kristaps (El gran Christopher) transportaba a la gente a través del río Daugava. Kristaps vivía en una cabaña en la margen derecha del río.

Una noche, mientras dormía, Kristaps escuchó el llanto de un niño pequeño que procedía de la otra orilla. Inmediatamente, fue a recoger al niño y empezó a transportarlo hacia el otro lado del río. Hacia la mitad del camino, el niño empezó a pesarle tanto que Kristaps apenas pudo conseguir llegar a la orilla. Exhausto, puso al niño a dormir en su choza, y él se echó también a dormir.

A la mañana siguiente, cuando Kristaps se despertó, encontró un cofre lleno de monedas de oro en el lugar donde había puesto a dormir al niño. Hasta su muerte, utilizó el dinero para fundar la ciudad de Riga, el primer edificio fue construido en el lugar en el que Kristaps tenía su cabaña”.